No hay que pasar el tiempo soñando con el pasado o con el futuro lo importante es estar siempre listos para vivir el presente; con esta frase que es muy cierta me es muy difícil no mirar hacia atrás y hacer un balance de 30 años de mi vida, una vida ligada al apasionante mundo de la peluquería y que parece que fue ayer cuando comencé.
Era mediado los 80 del siglo pasado cuando decidí coger las manos de dos grandes profesionales y sin duda mejores personas, Melania y Jose y afrontar lo que sin duda será el mayor y más intenso proyecto de mi vida. Supieron entenderme y sin ellos evidentemente, no hubiera sido posible obtener los logros conseguidos a lo largo de mi carrera profesional. 30 años maravillosos y donde hemos desarrollado muchos de nuestros objetivos e inquietudes a nivel profesional.
Creamos un centro de formación donde trasmitir todo nuestra pasión, conocimientos e inquietudes del mundo de la peluquería a todos aquellos que se han acercado año tras año a nosotros. Este amor por difundir el conocimiento allá donde nos dejaran nos ha llevado a recorrer toda la geografía nacional con la tarea de transmitir nuestro concepto a otros profesionales del sector.
Día a día nos hemos esforzados por crear una familia alrededor de Guiller Peluqueros, una familia que ama y entiende la peluquería como lo hacemos nosotros. Es nuestro mayor orgullo, poder contar con un fantástico equipo de profesionales que se han formado con nosotros desde los inicios de sus carreras con los que hemos crecido juntos a nivel profesional y personal.
Y toda esta vida dedicada a la peluquería la queremos compartir con nuestros clientes y amigos celebrando estos 30 años de nuestra vida, vida que esperamos continuar trabajando con la misma ilusión y perseverancia como mínimo 30 años más para permanecer en la senda que un día emprendimos y de la que estamos muy orgullosos, sobre todo de haberlo compartido con todos los que nos han acompañado en el camino.
Un fuerte abrazo y a por otros 30 porque “el tiempo es el mejor autor; siempre encuentra un final perfecto”.